sábado, 20 de septiembre de 2014

Iced - karen marie moning

Bajo cero - Karen Marie Moning   (Fiebre #6, Las Crónicas de 

Dani Mega O'Malley #1)Dani O'Malley, alias Mega, a sus catorce años es toda una superheroína, que gracias a su supervelocidad y a su espada capaz de matar faes, lucha por proteger a los humanos en las salvajes calles de Dublín tras la caída del Muro, y no lo tiene nada fácil: su antigua mejor amiga, MacKayla Lane, la quiere muerta, el inspector Jayne, jefe de la policía de la ciudad, está dispuesto a todo para conseguir su espada, Christian McKeltar, cada día más cerca de convertirse en un príncipe unseelie, le prodiga obsesivas e inquietantes atenciones, y por si eso fuese poco, un mortífero hielo cubre las calles inexplicable y súbitamente, matando todo a su paso.Pese a todo, con la ayuda de su único amigo, el brillante y esquivo Dancer, Dani se las apaña para sobrevivir bajo sus propias reglas y sin rendir cuentas a nadie… pero ahora el hombre más poderoso de la ciudad (con el permiso de Barrons) la necesita a ella y a sus capacidades especiales para salvar Dublín, y no se detendrá ante nada hasta incluirla en sus filas.

Ahora este es nuestro mundo, uno que no conoce sus propias reglas, todo lo oscuro y asqueroso que antaño estaba reprimido sale arrastrándose de las grietas para probar suerte. Es una especie de todos contra todos, una batalla campal. Volvemos a ser hombres y mujeres de las cavernas. El poder es lo principal; la supervivencia del más fuerte. Cuando más grande y malo seas mayores serán tus posibilidades de sobrevivir. Consigue un arma o aprende a correr muy deprisa. Preferiblemente ambas cosas.
Bienvenido a Dublín, TCM —Tras la Caída de los Muros— donde todos luchamos por la posesión de lo que nos queda del planeta.

Alrededor de Dani orbitan tres hombres: Dancer, casi tan joven como ella, inteligente, enigmático y bastante tópico; Christian, un personaje siniestro y perturbado, radicalmente distinto a cómo era en los libros anteriores, y Ryordan, el personaje más atractivo de la historia, pero aún así es una versión menos congruente y más cruel de Barrons, con ese punto sexy y perverso que la autora sabe dar a sus protagonistas, pero que su brutalidad y crueldad innecesarias ensombrecen.
El resto de personajes tampoco están muy allá: Jo es una boba redomada, Kat más sosa que una patata asada, y lo que es peor, Mac y Barrons no aparecen casi nada (lo cual es difícil de creer, ¿la ciudad está en peligro y Barrons no aparece para salvar el día? NO).
Es el romance, o la ausencia de él y lo que hay en su lugar, lo que más me ha chirriado de la novela. Si Dani tuviera, pongamos, veinte años, habría deseado desde la página uno que Ryordan se la llevase a un reservado del Chester's e hicieran de Cincuenta sombras un cuento infantil… pero precisamente cuentos infantiles es lo Dani debería estar leyendo porque tiene catorce años. A ratos se me olvidaba su edad y deseaba que se juntase con alguno de sus "pretendientes", pero entonces me acordaba y me sentía hasta culpable; tengo una mente abierta, pero de ahí a sexualizar a una niña, por muy madura y autosuficiente que sea… lo siento, pero me cuesta aceptarlo. Pasar no llega a pasar nada, pero el deseo y la posesión hacia una niña de catorce años por parte de hombres adultos, protectores, dominantes y que le sacan diez años como mínimo, son omnipresentes durante toda la novela. Por si eso fuese poco, esta historia es mucho más oscura, más violenta y más triste que la de Barrons y Mac, incomprensible dado que la protagonista es apenas una niña. Además, el humor negro y constante que aligeraba los peores momentos en los libros anteriores apenas aparece en Bajo cero, generando una sensación de desesperanza constante.

—No estoy loca por…
—Si lo estás. Es como si tuvieras escrito en una valla publicitaria: «Dani O'Malley cree que Jericho Barrons es atractivo». Mi oferta de enseñarte todavía sigue en pie. Ahórrate vergüenzas futuras. Si puede vértelo en la cara, él también.
—Él nunca lo descubrió en el pasado —me quejo, luego me doy cuenta de que acabo de admitirlo. Ryordan tiene una manera muy enrevesada de decir las cosas porque consigue que digas cosas que no tenías intención de decir—. Quizás le pida a Barrons que me enseñe —murmuro y me alejo de las escaleras en dirección a su despacho. Tropiezo con su pecho—. Colega, apártate.
—No te va a enseñar nadie salvo yo, Dani.
Me toca antes de que lo vea venir, me pone la mano debajo de la barbilla y me levanta la cabeza. El escalofrío es instantáneo e incontrolable.
—Eso es innegociable. Firmaste un contrato conmigo que me garantiza exclusividad. No creo que te gusten las consecuencias si intentas romperlo.
Lo fulmino con la mirada, preguntándome qué coño he firmado en realidad. En cierta forma espero no averiguarlo nunca.
De repente tengo a Ryordan a dos centímetros de mí, me toma el mentón y me acerca el rostro al suyo.
—Nunca vas a ser una «mera» de nada, igual que un tsunami nunca será una mera ola.
—No me toques.
—Me gusta eso de ti. Las olas son banales pero los tsunamis remodelan la Tierra. En las circunstancias adecuadas, incluso civilizaciones enteras. —Parpadeo—. Algún día serás una mujer tremenda, Dani.

Ryordan, dueño del Chester's, el gigantesco club oculto en el subsuelo de Dublín donde los humanos se convierten en víctimas deseosas de los unseelie, es el hombre más imponente e irritante que Dani a conocido jamás… y también el más mortífero; cuando desea algo, el fin justifica cualquier medio, por cruel que sea, y Dani está a punto de descubrirlo: ella es la única que puede ayudarle a descubrir cómo detener el hielo, antes de que toda la ciudad termine congelada.

Hay un campo minado al otro lado de la puerta. Pisa con cuidado. Ya no se aplican las reglas de tus padres. No le tengas miedo a la oscuridad. Y si crees que hay un monstruo debajo de la cama o en el armario, lo más probable es que sea verdad. Levántate y compruébalo.

 En este sexto libro, Karen Marie Moning cambia de protagonista, en vez de Mac, narra la historia la joven sidhe-seer Dani. En Fiebre, este personaje me resultaba irritante, cómico, casi ridículo, y esa impresión se ha confirmado en Bajo cero: Dani es egocéntrica, cargante, sarcástica, impulsiva, irracional… ni siquiera conociendo mejor su pasado y sus motivos he podido identificarme con ella.

—No me jodas. Estás loca por Barrons.


Karen Marie Moning sigue no se ha lucido con este libro, su escritura en Bajo cero es más confusa que en los libros anteriores (a veces he tenido que releer pasajes para enterarme de qué pasaba), en parte por el triple punto de vista (aparte de Dani, Christian y Kat también narran en primera persona), sin separación de capítulos entre los distintos POV y sin señalar quién habla en cada momento; por la manera de hablar de Dani, que suelta un colega cada dos frases, es bastante irritante y no ayuda a considerar a la protagonista como una persona medianamente madura y adulta, sino que refuerza su actitud general de adolescente prepotente y desagradable; y por las reacciones muchas veces absurdas o incomprensibles de los personajes.
Además, el inicio del libro es muy lento y me costó mucho engancharme, aunque una vez aparece Ryordan en escena y empiezan a sucederse los acontecimientos, de forma algo confusa y acelerada, eso sí. Los escenarios están muy trabajados, sobre todo el Chester's, el club de Ryordan, donde transcurre la mayoría de la historia, ampliamente descrito y con muchas posibilidades.
Por último, me ha parecido en general repetitivo y poco interesante el misterio del hielo, sobre todo porque la autora no da pistas ni pie para que el lector las construya, obligándolo a esperar hasta que resuelve en un final poco satisfactorio.

—Yo también soy una mera humana.






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